Pocas veces una obra referida a temas históricos conserva tanta relevancia a pesar del paso del tiempo y la consiguiente edición de otras obras similares, como es el caso del trabajo historiográfico del sacerdote jesuita Guillermo Furlong, en su obra cumbre “Misiones y sus pueblos de guaraníes”.
La magnitud y profundidad de esa obra la ha convertido en una consulta obligada para los investigadores que pretendan abordar el pasado misionero durante el período en que funcionaron en nuestro suelo provincial y la región, los afamados pueblos de guaraníes, implantados, sostenidos y desarrollados por el compromiso misionero de los padres jesuitas por más de siglo y medio.
Un ejemplo de esta opinión es lo que expresara la investigadora Susana Frías en su artículo referido a G. Furlong cuando sostiene: “sería pecar por omisión pretender dar un panorama completo de la misiones jesuíticas sin referirse a quien más hizo por sacar a la luz la obra de los padres que las fundaron y organizaron”[1].
Es así que a pesar de su seis décadas de edición, la obra de Guillermo Furlong resulta insoslayable hoy día para los historiadores del fenómenos sociológico que constituyeron las reducciones guaraní es y sus consecuencias en toda la Cuenca del Plata, fenómeno único en el mundo que despierta aún hoy el interés de propios y extraños, de connacionales y extranjeros.
“Misiones y sus pueblos de guaraníes” es el resultado de un trabajo de investigación histórica del Padre Furlong, llegar al escrito final como hoy lo conocemos le insumió más de 45 años de pesquisas en archivos nacionales e internacionales[2].
Después de una breve pero no superficial contextualización histórica del período en que los jesuitas emprendieron sus “misiones” hacia los guaraníes, Furlong describe la organización de los treinta pueblos, organizados entre ellos desde la fundación de la reducción en los territorios donde originariamente habitaban estas comunidades nativas, pasando por sus conflictos internos con el chamanismos, por ejemplo, y los externos con los bandeirantes principalmente. Un proceso descripto por algunos investigadores como de extraordinaria capacidad civilizadora:
“levantándolos de un nivel de antropófagos y casi irracionales, a un grado de civilización y adelanto tal, que se considera, en paridad de condiciones, no igualado hasta ahora en parte alguna del mundo”.[3]
El estudio se basa en abundantes fuentes documentales y bibliográficas, está dividido en 68 capítulos que aunque en tono de divulgación hacen un examen pormenorizado de la temática que abordan los aspectos más relevantes de la vida en aquellos “pueblos de guaraníes”: su cultura, arte, arquitectura, ciencias, educación, espiritualidad. Trata también a las reducciones, en tanto su situación jurídica, su organización social, su admirable economía y por supuesto su historia, pues, no dado por satisfecho –Furlong- con el detallado panorama de la vida reduccional que logró reconstruir, nos narra al final cómo fue posible que haya sido tan mal interpretada la obra jesuita entre los guaraníes al punto de concebirla como un peligro para “las indias” y necesaria su supresión.
Es destacable que hasta el presente es raro encontrar una bibliografía referida a esta temática tan bien ilustrada como es el caso de “Misiones y sus pueblos de guaraníes”; imágenes de todo tipo muestran la arquitectura de los pueblos, sus usos y costumbres, sus vestimentas y su arte; éstas junto a mapas y planos hacen de este aspecto, el pictórico, otro motivo de aprecio por la obra.
Un verdadero compendio de “las misiones” que a diferencia de otros autores que han trabajado indagando sobre alguno de las aristas de este tema complejo, como ser la economía, la organización social, la urbanística, la cultura, etc. Furlong encara desde todas estas perspectivas llegando al grado de usar lenguaje técnico especializado de distinta jerga disciplinaria en cada capítulo.
Nacido en 1889 en Villa Constitución, Buenos Aires, hijo de un matrimonio de inmigrantes irlandeses, a corta edad toda la familia se trasladó a Rosario, allí cursó toda la educación básica y fue entonces en el “Colegio de la Inmaculada” donde a los catorce años descubrió su vocación religiosa. A los 16 fue enviado a Zaragoza para iniciar su formación sacerdotal, durante su estadía en España se acerca por primera vez a los archivos hispanos que contenían fuentes documentales de la época colonial, allí indaga precozmente sobre el pasado rioplatense del período virreinal adquiriendo sus primeros conocimientos de paleografía. (Lectura de escritura antigua). 1911 lo encontró en Estados Unidos iniciado sus estudios de filosofía y sabemos que allí también no dejó de cultivarse en historia americana, dado que de esa época son sus primeros artículos sobre los trabajos de historiadores estadounidenses a quienes consideraba “hispanófilos insignes…” De regreso a nuestro país en 1913 se aboca a la docencia en el hoy renombrado colegio de “El Salvador” en Buenos Aires. Luego comenzará a publicar con seudónimos, le siguen años de formación por Europa donde recorrió decenas de archivos entre 1922 y 1926, en 1930 hará lo propio en Uruguay, al regresar su obra ya es vasta y no ha pasado desapercibida por la solidez del conocimiento que denota. En 1939 es incorporado a la “Academia Nacional de la Historia”.
Aproximadamente en esta época, aunque bien pudo ser antes, comienza su trabajo de recopilación de datos y fuentes para su obra cumbre y en 1962 se le otorga el premio de la “Comisión Nacional de Cultura” por la obra “Misiones y sus pueblos de Guaraníes” editado por primera vez en ese año con prólogo del gobernador de la provincia de Misiones Cesar N. Ayrault; “fue […] el obispo Jorge Kemerer […] quien intercedió ante el gobierno de la provincia para que se publicará la obra de Furlong, luego de que éste acudiera al obispo para que lo ayudara a conseguir financiamiento para la publicación”[4]
Guillermo Furlong a lo largo de su vida escribió la inimaginable cantidad de 1974 libros, folletos y artículos , número tomado de una de las aproximaciones cuantitativas de la obra de este prolífico autor, (Frías S. 2004 p.273) si agregamos los trabajos inéditos (366) superaría los dos millares de textos de investigación, magnitud pocas veces igualada, pero además el padre Furlong acostumbraba a regalar sus escritos inéditos argumentando que lo había “pedido un amigo” como también era costumbre en su desprendimiento “colaborar generosamente” en obras de otros autores sin que figure su nombre en ellas.
Para finalizar queremos dejar expresado que Guillermo Furlong, intelectual destacado y generoso, religioso comprometido, trabajador abnegado, además tuvo el altruismo de entregar en donación el resultado de sus esfuerzo para dejar al alcance de todos los misioneros sus investigaciones, nos referimos a la donación de los derechos de autor que este historiador hizo a la provincia de su afamada obra. pues Furlong cedió los derechos del libro "Misiones y sus pueblos de Guaraníes" a nuestra provincia.
Este libro cuyos “…derechos de autor fueron cedidos a la provincia de Misiones […] que es un hito en la historiografía misionera, tuvo una segunda edición en 1978. Actualmente está agotado y es muy difícil conseguirlo en bibliotecas públicas o privadas”[5].
Los pocos ejemplares usados que están hoy en venta en portales de comercio electrónico alcanzan precios exorbitantes por todo ello creemos que reeditar
esta obra sería una justa manera de honrar su memoria, dando continuidad a sus anhelos: difundir “los hechos históricos más relevantes de los anales del pueblo argentino y, lo que es inconmensurablemente más, en la historia de la humanidad: El establecimiento, desarrollo y vitalidad, desde 1609 hasta 1768, de más de 30 poblaciones rioplatenses integradas totalmente por indígenas” [6] en armonía entre sí, en relativo autogobierno, si asonadas o derrocamientos, en estado de completa ocupación de mano de obra y de plena satisfacción de la necesidades básicas de sus habitantes, administrando la justicia sin abusos que supongan algún reclamos de los ciudadanos, ensalzando en su habitantes el amor por la cultura y educados en su práctica y ejecución y con índices de desarrollo humano inimaginables para naturales de sudamérica en aquellos tiempos, hasta expulsión de los jesuitas en 1767.
Un llamado a la buena voluntad de la clase política provincial bastaría para volver a ver impresa esta obra, confiamos que estos datos aportados motivaran a lectores y editores en tal sentido.
[1] Frias, Susana “Guillermo Furlong. Historiador de las Misiones, un hombre singular” en: historia de las Misiones Jesuíticas. Misiones: El Territorio / Universidad del Salvador, 2004. Pág 273.
[2] “…comenzó a componer en 1915, terminose de imprimir en […] los últimos días del año mil novecientos sesenta y uno y primeros de mil novecientos sesenta y dos” colofón de la primera edición.
[3] Gabriel Guarda, "Guillermo Furlong, S.J.: Misiones y sus pueblos de guaraníes", HISTORIANº2, Santiago 1962-1963, 291-293.
[4] Jaquet Eduardo “Haciendo Historia en la aldea…” Posadas, el autor, 2002. Nota 8 pág. 140.
[5] Ídem.
[6] Furlong Guillermo “Misiones y sus Pueblos de Guaraníes” Introducción. Bs. As. 1962. Imp. Balmes. V