La cuestión obrera en Misiones no ha sido estudiada desde una perspectiva integral por parte de la historiografía local.
Se han dedicado capítulos o apartados sobre el tema, la mayoría de las veces como parte de investigaciones que trabajan también cuestiones sociales, objetos de estudio similares, tanto desde la historia como desde otras disciplinas, como la antropología social. Por ejemplo, el problema del trabajador yerbatero, desde el mensú hasta nuestros días; o luchas agrarias, como en la década de 1930 y 1970, por citar algunos.
Desde la historiografía regional, abundan informaciones al respecto. Quizás una de las únicas investigaciones que ha trabajado la cuestión obrera como objeto central de estudio, y desde momentos tempranos, ha sido el ensayo de Horacio Belastegui: Conflictos Obreros en Posadas a Comienzos del siglo XX.
Ver los siguientes, algunos del ámbito académico, otros de divulgación general: FERNÁNDEZ RAMOS, Raimundo, Misiones: A través del primer cincuentenario de su federalización. 1881 diciembre 1931; CAMBAS, Aníbal, Historia de la provincia de Misiones y sus pueblos (1862-1930) ABINZANO, Roberto, Procesos de integración en una sociedad multiétnica. La provincia argentina de Misiones; TRAINER, Carlos, La toma de Encarnación; MARTÍNEZ CHAS, María Lida, Liderazgo Social y Militancia Comunista en la Provincia de Misiones: Una aproximación a la vida política e intelectual de Marcos Kanner; ALCARAZ, Alberto, La navegación en el Alto Paraná (1880-1820); WASKIEWICZ, Silvia, La Masacre de Oberá, 1936; CASTIGLIONI, Guillermo, Nosotros le pedimos pan y él nos dio balas; MASTRANGELO, Andrea y SCALERANDI, Verónica, Del recurso natural a la plantación: condiciones de trabajo en la producción forestal del Noreste de Misiones; LARGÍA, Alejandro, Misiones-Itapúa y los pioneros del Oro Verde; RAU, Víctor. Los cosecheros de yerba mate. Mercado de trabajo agrario y lucha social en Misiones.
Para finalizar, están clásicas crónicas de la época, y de consulta permanente de todo investigador que se ocupe de cuestiones sociales dentro de la problemática regional y de Misiones. Excelentes relatos y observaciones sobre la vida en territorio misionero, desde fines del siglo XIX a principios del siglo XX. Los más ricos: el informe de Elías Niklison (1913), y las crónicas de Juan Ambrossetti (1894), Rafael Barret (1911), Juan Bialet Massé (1904), Carlos Spegazzini (1907) y Moisés Bertoni (1884).
El siguiente ensayo permite incorporar importantes datos sobre la experiencia sindical en el territorio a principios del siglo XX, hasta el momento desconocidos y que provienen de publicaciones obreras editadas por organizaciones proletarias de Buenos Aires, no consultadas hasta el momento. Es así que de los periódicos de tendencia sindicalista La Organización Obrera y Bandera Proletaria, se extraen importantes testimonios sobre la organización de los obreros misioneros. También la serie de volúmenes escritos por Sebastián Marotta: “El movimiento sindical argentino, su génesis y desarrollo” y el libro de Diego Abad de Santillán: “LA FORA, Idolología y trayectoria del movimiento obrero revolucionario en la Argentina”, ofrecen importante información sobre la presencia de sindicatos de Misiones en los sucesivos congresos obreros, y de algunas experiencias de lucha sindical en estas tierras.
A principios del siglo XX, militantes anarquistas trajeron sus ideas e hicieron tareas de propaganda en suelo misionero a través de la actividad marítima y portuaria. (ABINZANO; 1985). Los obreros marítimos argentinos estaban organizados en la poderosa Federación Obrera Marítima FOM, que, junto a los gremios ferroviarios como La Fraternidad y la Federación Obrera Ferrocarrilera FOF, constituyeron las organizaciones más influyentes entre el proletariado del país durante las primeras décadas del 1900.
En 1901, en la ciudad de Posadas, se formó una sociedad de Oficios Varios. Desde entonces, esta organización obrera local, tuvo momentos de desarrollo y momentos de decadencia, pero siempre con una tendencia hacia un incremento sostenido, a tal punto de llegar a contar con un sindicato de Oficios Varios, de nombre Obreros Unidos, que llegó a tener alrededor de 3.000 trabajadores afiliados, representando los distintos rubros de oficios y tareas en la ciudad. [1]
La sociedad de Oficios Varios y su sindicato Obreros Unidos, se transformaron con el tiempo, en las principales organizaciones obreras de Posadas, y figuran como asistentes en dos importantes congresos sindicales organizados en Buenos Aires.
En abril de 1904, la Unión General de Trabajadores UGT, de tendencia socialista, celebró su segundo congreso ordinario en la ciudad de Buenos Aires, en la que participaron casi la totalidad de sus organizaciones federadas, representadas por 77 delegados de muchos puntos del país. En esa oportunidad, estuvo presente la Sociedad Oficios Varios representando a Misiones, cuyo delegado tuvo una intervención durante las deliberaciones, donde manifestó su apoyo al arbitraje como estrategia para dirimir los conflictos entre patrones y obreros (MAROTTA; 1960).
En 1907, el sindicato de Oficios Varios de Posadas, estuvo presente en el primer congreso de fusión de todas las organizaciones proletarias de Argentina, organizado por la Federación Obrera Regional Argentina FORA, y los anarquistas asociados a ella. El mismo se llevó a cabo en la ciudad de Buenos Aires entre los meses de marzo y abril de ese año, y estuvieron presentes sindicatos de todo el país, pertenecientes a la FORA, la UGT y a sindicatos autónomos. El movimiento unionista terminó en un fracaso, debido al triunfo de la tendencia anarquista por sobre las demás representaciones que no aceptaron sus decisiones (ABAD DE SANTILLAN; 2005).
El sindicato de Posadas estaba vinculado a la UGT y al socialismo, por lo menos en esa época, y era tenido en cuenta por las principales federaciones de entonces, debido a su contacto con el movimiento obrero organizado del país.
En los años siguientes, y durante la década de 1910, se continuaron organizando congresos de la UGT, la FORA, y aquellos dedicados a concretar la unidad de todas las fuerzas. Para esos años, no se constata la presencia del sindicato de Oficios Varios o de otro que representase a Misiones. Recién en el décimo congreso de la FORA sindicalista, celebrado en diciembre de 1918 en Buenos Aires, aparece nuevamente la presencia de un sindicato de Posadas, esta vez bajo el nombre de Unión Obrera de Posadas, a través de un delegado de apellido Cavallo (MAROTTA; 1961).
En 1915, se constituyó en Posadas el Círculo de Obreros, que al parecer correspondería a una continuación de la sociedad de Oficios Varios y de la Unión Obrera de Posadas, ya que funcionaba como una mutual social para los trabajadores, con canchas de deporte, esparcimiento y un salón de cine. En 1917, esta asociación se adhirió a la FORA sindicalista.
Además del Círculo de Obreros, se encontraba la sección local de la FOM, el sindicato más importante entre los obreros marítimos de la ciudad y del territorio.
La organización de los trabajadores ribereños tuvo sus antecedentes tempranos. En 1907, dos sindicatos marítimos nacionales de fusionaron dando origen a La Liga Obrera Naval, con asientos en varios puntos del país. Existían secciones en Rosario, Corrientes, Barranqueras y la ciudad de Posadas. Posteriormente la liga se dividió en dos organizaciones: Marineros y Foguistas, y en abril de 1910, vuelven a unificarse para dar nacimiento a la FOM (BILSKY; 1985).
También existían la Sociedad de Carpinteros, Aserraderos y Anexos; la Sociedad de Conductores de Vehículos (denominados en la época como chauffers); la Sociedad Obrera Albañiles y Anexos, y el gremio de Obreros Panaderos (BELASTEGUI; 1985).
A partir de 1916, por medio de la FOM y la FORA sindicalista, se realizaron en todo el país, acciones de propaganda y creación de nuevos sindicatos, apoyando además movimientos huelguísticos en mucho de esos lugares. En ese contexto de agitación, en 1920, se fundan gremios en Posadas y en el resto del territorio, como el de los yerbateros de San Ignacio, Corpus, Candelaria y Puerto Istueta, teniendo como protagonista a Eusebio Mañasco (SCHROEDER; 2010).
Hacia 1919, el sindicato de Obreros Unidos sufre una etapa de decadencia, debido a circunstancias adversas, como la tendencia de la organización de sindicatos por oficios, que debilitó de alguna manera la concentración en una sola federación. Para 1919, se constata la existencia de ocho sindicatos por oficios en total en la ciudad de Posadas. Para 1920, sin embargo, muchos trabajadores de los yerbales se inscriben al sindicato Obreros Unidos.[2]
En 1920, la sección local de la FOM contaba con unos 500 obreros afiliados, y existía una organización obrera femenina en la que se resaltaba su número de afiliados, su disciplina y la obra de propaganda que desplegaban. También se encontraban el sindicato de Obreros de Talleres Navales, el nombrado sindicato de panaderos, el Sindicato de Obreros Municipales, y una organización de trabajadores dependientes, que al parecer se corresponde a los trabajadores de comercio.
Los obreros misioneros también contaron con sus propias publicaciones, y en Posadas se editaron la mayoría de ellas. En 1911 se fundó el periódico El Proletario, de red anónima, y desde abril de 1921, comenzó a publicarse el semanario Senda Obrera, órgano oficial de la Federación de Obreros Unidos FOU, y de la sección de la FOM. En 1929, se publicaba La Batalla, que aparecía tres veces por mes, y cuyo director era Leopoldo Alonso.

En 1932, apareció Tribuna Proletaria, publicación de línea comunista, y también existían El Imparcial, de tendencia obrera, y el matutino La Verdad, órgano del partido Socialista (FERNANDEZ RAMOS; 1934)
Entre 1917 y 1918, se registraron importantes huelgas en la ciudad de Posadas, la mayoría de ellas protagonizadas por los trabajadores del puerto, y que coinciden con la asonada huelguística vivida por los obreros marítimos en el país, llevadas adelante por la FOM entre 1916 y 1922.
En el verano de 1918, las mujeres lavanderas reclamaron un aumento en sus jornales y el suministro de los insumos sin cargo. A causa de este reclamo, fue detenida la lavandera Florentina Báez, y en solidaridad, se le sumaron a la huelga los obreros cocheros, que pararon durante una semana hasta conseguir la libertad de Báez.
La década de 1920, se inició como un período de importante movilización y organización de los obreros de Posadas, impulsada por la tendencia sindicalista que dominó la escena del proletariado nacional a partir de 1915, y durante gran parte de la década siguiente. Los sindicalistas tuvieron destacada influencia entre los obreros de Misiones, enviando delegados y apoyando los movimientos locales de organización y reorganización sindical.
Es así que aparecen sindicatos misioneros adheridos a la FORA sindicalista, y luego a su continuadora, la Unión Sindical Argentina USA, presentes en muchos congresos realizados por ambas federaciones durante la década. Desde 1915, se había logrado un cierto grado de unidad de las principales fuerzas del proletariado nacional, lideradas por la tendencia sindicalista.
Entre 1919 y 1920, existían tres sindicatos de Misiones adheridos a la FORA sindicalista. En el undécimo congreso de esta federación realizado en 1921, el secretario destacaba como hecho propicio la presencia de sindicatos de muchos puntos del país, entre los que se encontraba una representación de Misiones. Cuando quedó constituida la USA mediante un congreso de unidad llevado a cabo en marzo de 1922, estuvieron presentes dos sindicatos de Posadas: la seccional local de la FOM y el sindicato Obreros Unidos. Al mismo tiempo, en ese año, estaban adheridos a la FORA sindicalista cuatro sindicatos de Misiones (MAROTTA; 1970).
En 1926 y 1927, se inicia en Posadas, un movimiento en post de reorganizar a los obreros locales, tras una época de decadencia y debilitamiento. Las acciones fueron llevadas adelante en conjunto por delegados enviados por la central sindical y por los obreros de la ciudad.
Este movimiento estuvo acompañado por comités reorganizadores impulsados por la USA y constituidos en otras partes de la región del nordeste, como Corrientes, Chaco y Formosa.[3]
En 1926, se reorganizó en Posadas la Federación Obreros Unidos FOU. La reconstrucción se hizo con el auspicio de un delegado de la USA y uno de la FOM, llegados a la localidad para las celebraciones del 1º de mayo. Dicha refundación estuvo a cargo de un comité integrado por obreros que habían sido parte de ella, y se debió a que la misma había dejado de funcionar.
A partir de este hecho, se inició un proceso de reorganización de los obreros de Posadas. A iniciativa del Comité Administrativo de la FOU, se constituyó el Sindicato de Albañiles y Pintores que se adhirió a la USA, y se iniciaron las acciones para reconstituir el gremio de Carpinteros, Aserraderos y Anexos.
En este marco, en 1927, por medio de una delegación compuesta por Juan Antonio Morán, secretario de la FOM, y Marcos Kanner, delegado de la USA, se inició un plan de actividades de propaganda en la que se reinstaló una imprenta y quedó constituido el sindicato de trabajadores municipales de la ciudad, que se adhirió a la USA. También se iniciaron acciones para extender el trabajo de reorganización obrera a las localidades de San Ignacio, Corpus y Candelaria.
Ese mismo año, por iniciativa de un grupo de obreros panaderos, fideeros y repartidores, y bajo el apoyo de la FOM, en una asamblea general constituyeron el Sindicato de Obreros Panaderos, Fideeros y Anexos, adherida también a la USA.
En este periodo también se suceden en suelo misionero las continuas movilizaciones por la libertad de Eusebio Mañasco, líder de los trabajadores yerbateros de San Ignacio, encarcelado desde 1921. En ellas hubo una gran participación de las organizaciones proletarias locales y de los obreros misioneros, organizando y acudiendo a los mitines, actos y movilizaciones en la ciudad de Posadas. (SCHROEDER;2010)
Luego de su liberación en julio de 1927, en noviembre de ese año, Mañasco junto a Marcos Kaner, y auspiciados por la Federación Obreros Unidos y la seccional de la FOM, emprenden la reorganización de los obreros yerbateros de San Ignacio.
Para la década de 1930, según Fernández Ramos, “existen varias sociedades gremiales: el centro de Almaceneros, Asociación de Panaderos, Confederación Obrera, Obreros marítimos, Sociedad de Carniceros, de Chaufeurs, de Artes gráficas, de Sastres y Albañiles y un círculo de Obreros Católicos”[4], algunos de los cuales ya existían desde 1917. En 1936 se había conseguido en Posadas, la fundación de la Federación Obrera Local.

[1] La Organización Obrera. Año III, Nº 138, 03-07-1920 y Nº 139, 10-07-1920.
[2] Idem.
[3] Bandera Proletaria. Junio-octubre de 1926.
[4] FERNANDEZ RAMOS, Raimundo. Misiones a través del primer cincuentenario de su federalización, 1881-diciembre 20-1931. Posadas. Territorio de Misiones. 1934. Pag. 226.