Rudecindo Roca fue el primer gobernador de Misiones, hecho muy conocido. Fue uno de los mayores terratenientes del entonces “Territorio Nacional”, hecho medianamente conocido.
Obtuvo esas tierras mediante secuestro y amenazas de muerte, hechos casi desconocidos en la provincia. Veamos sucintamente de qué se trata esta historia.
Cuando la rebelión del gobernador Bonaerense Tejedor, en 1880, la provincia de Corrientes se alió a las de Buenos Aires resistiendo al Partido Autonomista de Roca. En Corrientes se produjo una sublevación y hasta fuerzas correntinas invadieron Entre Ríos, Avellaneda intervino la provincia, los correntinos quedaron en muy mala posición política a pesar que durante la intervención se implantaron dos gobiernos del mismo signo político que Roca, después que Julio Roca asumiera la primera Magistratura Nacional a Corrientes se separó la parte de Misiones hasta ese entonces bajo su tutela pero que los correntinos creían parte de provincia, se dice que esta separación fue en venganza por aquellas disputa política por la presidencia Roca – Tejedor donde corrientes apoyo a Tejedor.
De hecho hay entre Corrientes y Misiones un grado de polémica en el debate historiográfico acerca de la legitimidad de la autonomía del Territorio Misionero de la jurisdicción Correntina. Al respecto Félix Luna, de quien se puede decir muchas cosas menos que fue un crítico de Roca, hace decir a Julio Roca sobre la escisión Misiones lo siguiente:
Los que quedaron más resentidos con la retención de estos nuevos territorios por parte de la Nación fueron los correntinos. Sus estancieros, la gente caté de la provincia, habían considerado como propia la región que se declaró Territorio Nacional de Misiones, y estimaron que la ley que erigió la jurisdicción cuya capital sería Posadas importaba una verdadera mutilación. Es posible que desde el punto de vista histórico fuera así, y ni siquiera niego que al hacerla no hubiera pesado en mi espíritu algún propósito de castigar a la provincia que en 1880 fue cómplice de la rebelión tejedorista.
Pero también hay que pensar lo absurdo que hubiera sido regalar a Corrientes casi el doble de su territorio y no retener para la Nación esos espléndidos bosques nacidos de la tierra colorada donde todavía pueden admirarse los vestigios de las reducciones jesuíticas. Allí fue de gobernador mi hermano Rudecindo1
Es un poco extraño leer a Félix Luna criticando a los “Estancieros” y la “gente Caté” pero es un más extraño ver que habla de una presunta razón correntina desde “el punto vista histórico” dado que Misiones fue la primer provincia de Argentina y de hecho gran parte de la idiosincrasia que hoy atribuimos a la cultura e identidad correntina no más que aporte étnico, cultural y poblacional de los extintos pueblos jesuíticos misioneros que en gran medida migraron a Corrientes haciéndoles el aporte que hasta hoy día los distingue y caracteriza diferenciándolos del resto de las provincias. La profunda religiosidad popular y veneración mariana tiene su origen en este legado y no en los criollos descendientes de españoles de la primigenia “San Juan de Vera de las Siete Corrientes” o simplemente “Ciudad de Vera” más tarde simplemente “Corrientes”. En fin, es extraño también ver que un historiador escriba en primera persona como si fuera la voz del sujeto histórico que investiga; pero esa es otra Historia.
Transcribimos a continuación una cita de la correspondencia entre Rudecindo y Julio Roca, el primer comentario no tiene relación con nuestro tema de investigación pero lo incluimos pues habla del modo en que se manejaba la política en tiempos de Roca; luego Rudecindo deja bien Expresado su apetencia sobre el territorio de Misiones, esto de fecha próxima al 26 de octubre de 1881, antes de la territorilización de Misiones y antes de su nombramiento como gobernador. Rudecindo Roca escribe desde Corrientes a su hermano el presidente:
“... he hablado a tu nombre respecto al Sr. Cáceres y me ha encargado te diga que lo recomendará a sus amigos a fin de que sea Electo diputado. ¿Qué me dices de Misiones? Se expide o no la cámara de diputados en aquel proyecto pasado por el senado nacionalizando aquel territorio?...2”
La legislatura correntina al ver que era inminente la creación de un Territorio Nacional en Misiones separándolo de su tutela, se apresuró y “entre gallos y medianoche”, en 22 de julio de 1881 aprobó una venta masiva de tierras en Misiones. Esta operación violaba incluso los mecanismos de ventas de tierras vigentes entonces en esa provincia. Mapa en mano se dividió el territorio en 38 parcelas de 25 leguas aproximadamente cada una3 y la canjearon por simples pagarés o letras de cambio a ser hechas efectivas con posterioridad. Así pensaban sacar el último provecho de este territorio y ceder la jurisdicción política pero no la propiedad a la nación. En diciembre de 1881 Julio Roca separa las jurisdicciones políticas de Corrientes y Misiones y en Enero de 1882 nombra a su hermano Rudecindo Roca como el primer Gobernador de Misiones, Rudecindo estaba en Corrientes entonces, había sido enviado al frente del 3º regimiento de línea.
Imaginemos la reacción que causa en el Gobierno Nacional que se enajenen todas las tierras poco antes de declararlas fiscales y erigir en ellas una nueva gobernación, es de suponer que semejante maniobra repentina de venta masiva de tierras que dejaba al inmediatamente creado Territorio Nacional sin espacio para colonias de agricultores ni siquiera para asentar edificios de gobierno en la ciudad más importante que allí existía, esto hubiera sido rechazado y anulado por las autoridades nacionales, de hecho hubo un álgido debate entre los diputados nacionales sobre la ventas de la casi totalidad de tierras en Misiones y las dificultades que esto suponía para el nuevo Territorio nacional.
Pero paradójicamente la venta de tierras en Misiones se convalidó, a pesar de la propuesta de muchos diputados de dejarlas sin efecto anulándolas. Pero no resultó de este modo. ¿Por qué?
Rudecindo Roca había participado de la subasta de tierras en Misiones, de los 38 compradores originales 29 revender las tierras a los pocos días, lo que da lugar a sospechas de ser simples testaferros, “en 11 de esos 29 traspasos de dominios aparece el nombre de Rudecindo Roca como comprador definitivo o comprador temporario […] Otro hecho singular es la presencia de militares del 3º de línea (Regimiento comandado por Rudecindo Roca y acantonado en Corrientes) [aparecen] como compradores iniciales: Sargento, Ayudante Mayor, Teniente Coronel y Capitán…”4 Rudecindo, según la misma fuente, trató 265.180 hectáreas en esta compra y ventas de tierras de Misiones. A su muerte Rudecindo aún poseían 160.000 hectáreas en Misiones según los datos que nos trae Félix Luna
Bienes de Rudecindo Roca: “sucesión del general Rudecindo Roca”, expediente Nº 5829, Archivo de Tribunales de la Capital Federal. El inventario de sus bienes incluye 40.000 hectáreas en el departamento Candelaria, 52.500 hectáreas en el departamento Alto Paraná, y 67.500 hectáreas también el departamento Alto Paraná, todas en el entonces Territorio Nacional de Misiones algunas en condominio con socios; 50.000 hectáreas y 30.000 hectáreas en La Pampa, 8.000 en Rio Negro y 300 hectáreas en Morón, provincia de Buenos Aires, vendidas estas últimas por sus herederos para la formación de Campo de Mayo. Además, varias manzanas y lotes en la ciudad de Posadas, una casaquinta en la calle Bacacay, en el Barrio de Flores, su residencia familiar en los últimos años de su vida, y una quinta en Totoral, provincia de Córdoba.5
Es así que mientras el gobierno de Corrientes daba explicaciones en cartas aragüeñas al gobierno nacional pero se sentía tranquilo dado la legalidad de la maniobra y la complicidad de un jefe nacional como era Rudecindo, se confiaron pues habían vendido las tierras cuando aún estaban en su jurisdicción, por lo tanto podía hacerlo y además gran parte se las había vendido al hermano del Presidente que ahora sería además de gobernador de este territorio uno de los más grandes terratenientes. El gobernador de Corrientes en ese entonces era Antonio Gallino, nada le hacía pensar que el gobierno de Julio Roca anularía las compras de tierras que hizo, entre otros a Rudecindo Roca, solo quedaba cobrar las letras de cambio por las que las había enajenado… cobrarle a los hermanos tucumanos Roca…
Una noche luego de todo esto, se encontraba el Gobernador Gallino en la tranquila Ciudad de Corrientes jugando una partida de Ajedrez como hacen los grandes estrategas, cuando al salir del bar se dispone a regresar a su hogar. Pero es asaltado en la calle por sujetos que lo abordan en actitud poco gentil, pronto logra distinguirlos, se trataba de soldados del 3º regimiento de línea vestidos de civil. Gallino sería secuestrado por soldados de Rudecindo pues este le comunicó posteriormente a su asunción como gobernador en Misiones que llevaría adelante el poblamiento del territorio y que con esto el gobierno de Corrientes debía darse por satisfecho en el pago de la venta de tierras en este territorio, sin esperar que se cancelaran las letras de cambio. Gallino le respondió que esto no podía ser bajo ningún punto de vista y que debía hacer efectivo las obligaciones adquiridas canjeando las letras por dinero en efectivo. Razón por lo cual Rudecindo decidió hacer una “revolución” en Corrientes y cambiar el gobernador por uno más comprensivo. Esa noche soldados del 3º regimiento de línea lo ataron de pies y manos lo “subieron” a una embarcación haciéndolo cruzar el río Paraná y mantenerlo cautivo, en el Chaco. No era un rapto sino, desde la perspectiva de Rudecindo Roca, era salvarle la vida pues la “turba revolucionaria” en la ciudad de Corrientes quería acabar con su vida.
Transcribimos sólo una de las notas periodísticas de la época, existen muchas más pero elegimos esta por su simplicidad de lectura y buen resumen de los hechos, solo a fin de fundamentar rápidamente las anteriores afirmaciones de cómo Rudecindo se había apropiado vilmente tantas tierras en Misiones.
En la noche del 2 de abril de 1882, el Gobernador de Corrientes Sr. Gallino, "...estaba completamente inocente de que se tramaba contra él una revolución y no tenía antecedente alguno que se lo hiciera sospechar. Es verdad que un tiempo antes, su gobierno había hecho una venta de tierras en Misiones a un Jefe Nacional, y que este Jefe le había manifestado que aunque había firmado letras por el valor de esas tierras, la provincia debía darse por suficientemente paga con la colonización que de esas tierras se iba a hacer. El Sr. Gallino quedó sumamente sorprendido de semejante propuesta, contestando que eso era irrealizable, siendo necesario que las letras fueran cubiertas. El Sr. Gallino salió del Club, acompañado de don Simón Derqui, y del Dr. Susviela, Juez de Primera Instancia, conversando sobre los incidentes de la partida de ajedrez. Cuando de pronto y desde una vereda, sobre la que se proyectaba una sombra, les fué dada la voz de ¿quién vive? Tras de la voz de alto se desprendieron de la pared sombría, trece individuos que avanzaron rodeando a los paseantes. Prescindiendo del Juez y de Derqui, se precipitaron al Gobernador atándolo con violencia tal, que este pudo comprender que los asaltantes eran enemigos que no le dispensaron ningún género de consideración. En la corta lucha que se originó tuvo tiempo de reconocer a algunos soldados del 3 de Línea, disfrazados. Así maniatado lo llevaron hasta orillas del Río Paraguay, donde esperaba una lancha, a la que lo zungaron como un fardo. Atravesando el Chaco, lo desembarcaron, e internándolo en una quinta, lo pusieron bajo unos árboles a cuya sombra se agruparon. El jefe político era un ex-edecán de Avellaneda, Sr. Fuentes, y había sido colocado allí por el Jefe del 3 de Línea Coronel Rudecindo Roca. Fuentes se paseaba en la Jefatura después de haber enviado una embajada a los ministros y legisladores gallinistas, citandolos en nombre de Gallino a la policía. Estos al recibir en aislado la citación se trasladaron inmediatamente a la Jefatura, donde apenas entraban, como en una ratonera, eran presos. Es que aquella no era una revolución, era un complot hecho por el Coronel Rudecindo Roca secundado por el Jefe de Policía [Tte. Cnel. de Línea Ruperto Fuentes]. Una vez que estuvieron presos en la policía los adictos y parciales del Sr. Gallino, los del complot despacharon un vaporcito al Chaco, mandando decir a los que tenían preso a Gallino que podían traerlo, pues el objeto que tenían al detenerlo allí, era poder maniobrar libremente en Corrientes sin que nadie les estorbara. En efecto, el vaporcito llegó y el prisionero fue traído a Corrientes, a la quinta de Vidal. Allí esperaban al Gobernador los autores del complot. Un alto Jefe de la Nación, ya muy conocido del Sr. Gallino por negociaciones de tierras en Misiones, se le presentó como Jefe de todos, diciéndole que debía felicitarse de la situación en que se hallaba, pues la revolución había resuelto asesinarlo, debiéndose la salvación de su vida a la actitud que ese Jefe había tomado. La aseveración del Jefe Nacional, pues ese complot no ha sido más que una asonada de la Nación para apoderarse de Corrientes y una consecuencia de haberse negado a aceptar como pago de las letras un proyecto de colonización6.
Todo terminó con un nuevo gobierno en Corrientes y la cancelación de las deudas de Rudecindo para con esta provincia, en esa ocasión Julio Roca viajó a Corrientes “a sofocar el alzamiento” fue su primer viaje oficial como presidente a una provincia del interior.
Posadas Capital
En el territorio de Misiones ya nacionalizado no se había incluido la ciudad más poblada y prospera de entonces, Posadas, pero Rudecindo pensaba que este era el mejor asentamiento de una capital y no la casi despoblada San Martín o Corpus, el punto habitado más extremo del territorio. En este sentido el 19 de marzo de 1882 Rudecindo Roca escribe una nota al Ministro del interior sugiriendo se les requiera a las autoridades correntinas la transferencia de este sector del su territorio, el ejido urbano de Posadas, para erigir allí la nueva capital del territorio.
No sabemos cómo, pero Rudecindo supo antes que se sancionara la ley que el gobierno correntino iba a acceder al pedido de sesión de la ciudad de Posadas, así lo comunica en un telegrama enviado a su hermano Julio Roca fechado el 27 de Agosto de 1882. Donde además pide refuerzos militares para Misiones.
“[que] un batallón del ejército se establezca en Corrientes y no Resistencia y que un pique se desprenda a Misiones donde hace tanta falta, te anticipo que mañana tendremos ley cediendo Posadas para capital de Misiones con los límites que tú conoces” 7
¿Cuáles eran los planes de los Roca para Misiones y las extensas tierras que había “adquirido”? el siguiente documento fechado el 12 de octubre de 1881, antes de la territorialización; el ministro de gobierno de corrientes Octavio Gondra se dirige por nota al presidente Roca dándole unos datos que de ningún modo nos resultan casuales sino más bien parecen la respuesta a alguna consulta que previamente le fuera formulada, a decir verdad no conocemos la razón de este informe a Julio Roca, pero aquí un miembro del gabinete del gobernador correntino pasa datos puntuales que creemos se le han sido requeridos, dice:
“De algunos nuevos informes que he recibido, resulta que de las cuatro concesiones para ingenio de azúcar que subsistían sólo dos quedan en el territorio a nacionalizarse y las dos restantes dentro de esta provincia en el departamento de Santo Tomé...”8
Es sabido que Rudecindo fundó un establecimiento azucarero en Santa Ana, hoy conocido como “el San Juan” allí esclavizó a indios pampas, ranqueles, tobas, matacos y muy probablemente Guaraníes, los trajo en distintas tandas con la noble intención de civilizarlos por medio del trabajo. Procedían de la pampa y el Chaco donde se llevó a cabo el genocidio de los pueblos originarios que se nos enseñó en la escuela como “conquista del desierto”.
1- Luna, Félix “Soy Roca” Buenos Aires; ed. Debolsillo, 2006. pág. 206
2- Alterach Miguel Ángel “Rudecindo: El otro descubiertero” Buenos Aires, editorial Dunkuen, 2001
3- Datos tomado de Zouvi Susana “Misiones Territorio Nacional 1881 - 1953” en Miradas Históricas sobre Misiones en el Bicentenario. Capítulo V. Posadas Junta de Estudios Históricos de Misiones. 2010
4- Perié de Schiavoni, Ángela. “Las tierras Misioneras del coronel Rudecindo Roca” Secretaria de Investigación Fac. Humanidades y Ciencias Sociales. UNaM, Posadas 1992
5- Luna Félix; “soy Roca” Buenos Aires: Debolsillo, 2006. p.492
6- La Patria Argentina, 2-II-1883, año V, n.1493. En Apéndice R-I. de “GENEALOGÍA de la TRAGEDIA ARGENTINA” Eduardo R. Saguier (en www.er-saguier.org)
7- Alterach Miguel Ángel “Rudecindo: El otro descubiertero” Buenos Aires, editorial Dunkuen, 2001
8- Alterach, Miguel Ángel “Rudecindo: El otro descubiertero” Buenos Aires, editorial Dunkuen, 2001
